sábado, 4 de junio de 2011

PRACTICA


Una de las cosas que más llama la atención de quienes no conocen la Wicca en profundidad es la práctica de la Magia, llegando al punto en que usualmente confunden Wicca con lo que ellos llaman Magia Blanca, desconociendo que tras de la Wicca existe todo un sistema de creencias y códigos de conducta morales a seguir.

Las páginas que siguen no pretenden ser un manual de Alta Magia ni mucho menos. Simplemente, un pantallazo para los que no conocen del tema y quieren llegar a tener una idea.

Empezando por el principio, dejemos en claro un par de cosas: se puede practicar la Wicca en solitario, o dentro de un aquelarre, también conocido por su nombre en inglés de coven. Existen también quienes son usualmente solitarios y que para algunas festividades particulares se reúnen con otros miembros para los ritos celebratorios. Estos aquelarres no son otra cosa que un conjunto de brujos, generalmente de una organización abierta, y en los que existe un Sumo Sacerdote, una Suma Sacerdotisa o ambos, la única autoridad ante la cual responden los miembros.

El problema de practicar en conjunto o en solitario es una cuestión de elección personal, aunque muchas veces esa elección está infuenciada directamente por la disponibilidad de un aquelarre en el área en la que uno vive. Otros factores que pueden influir en la decisión son el grado de sociabilidad del brujo, y las ganas o no de lidiar con los problemas inherentes a toda agrupación de gente. Recalco entonces, que es netamente uno quien debe decidir si se siente más cómodo celebrando sus ritos en privado o en conjunto

El Estudio y la Dedicación en Solitario

Uno piensa que para iniciarse en la Wicca uno se consigue un aquelarre, se presenta, lo aceptan y comienza a estudiar bajo un maestro. Luego de un año y un día es iniciado, y avanza hacia el aprendizaje más profundo. Simple. Pero en la realidad no lo es tanto.

Primero, porque tras las muchas persecuciones de las que fueron objeto, los aquelarres no son una cosa visible, y generalmente se mueven en secreto. Segundo, porque a veces no hay uno disponible en la zona de residencia. ¿Qué hacer en esos casos? La respuesta entonces es una sola: estudiar por su cuenta.

Existen infinidad de libros, lamentablemente en inglés, dedicados a quien se interese en la Wicca como un camino religioso a seguir. Existen también multitud de páginas en Internet que dan las bases religiosas principales, incluso algunas que toman aprendices. También hay grupos de discusión y listas de correos donde apuntarse. Todo ésto es muy bueno y útil para el solitario por necesidad: en vez de hacer vida social con sus vecinos, hace vida social con la comunidad global. Pero nada, NADA, puede reemplazar la experiencia.

Los libros son un arma invalorable. Nos permiten aprender de la experiencia de otros, evitándonos sus errores. Nos permiten leer y comparar lo dicho por distintos autores, sin casarnos con ninguno, y ejerciendo nuestro espíritu crítico. Y también permiten a los solitarios el tener una guía en qué basarse. Pero es nada más que eso: una guía. Además, y como complemento, sugiero la lectura de libros que si bien no traten abiertamente la temática religiosa, nos sirvan para ayudarnos a tener una mejor idea de como se originó y evolucionó el culto, como ser libros que traten de la Mitología de la tradición en la que estamos, o las distintas formas en que se llevan a cabo las festividades.

Otro de los puntos controversiales dentro de la práctica en solitario es la Iniciación. En ella, el aspirante declara sus intenciones de dedicarse a la religión, y es "iniciado" ritualmente dentro de su nueva vida como wicca. Usualmente los encargados de hacer esto dentro de un aquelarre establecido son el Sumo Sacerdote o Suma Sacerdotisa. ¿Pero qué pasa si elegimos desarrollarnos como solitarios?

Hay muchas tradiciones que no admiten las autoiniciaciones. Hay otras que toman a los autoiniciados como recién iniciados, sin exigirles el año y día de concurrencia tradicional. Y otras toman a los autoiniciados como miembros plenos, basándose solamente en sus conocimientos y actitud. ¿Cuál tiene razón? Pues todas y ninguna. Nadie que quiera realmente iniciarse en la religión va a detenerse porque no tenga quien lo inicie. La experiencia de otros es algo invalorable, pero a falta de ella lo único que nos queda es la experiencia que nosotros mismos podamos hacernos.

Después de todo, la Wicca es una religión de inspiración y crecimiento personal. El hacernos responsables de nuestras acciones es uno de los puntos fundamentales de ser ella. Este nos indica, entre otras cosas, que debemos aprender a confiar en nuestro buen juicio, quien será quien decida qué camino habremos de seguir.


Wicca y Magia: La Etica de la Influencia

Una de las partes más divertidas de la religión Wicca es el ir descubriendo por uno mismo los rituales o prácticas que a uno le resultan mejor o más beneficiosos. No voy a dar una versión aquí de un Libro de Sombras, porque creo que éste es algo muy personal. Pero intentaré a futuro dar una guía general para diseñar rituales. Hay pocas sensaciones que sean comparables a la satisfacción de un ritual bien realizado y en el que se consiguió una buena conexión con la divinidad.

El punto que pretendo tocar aquí es, si no tan divertido, igualmente importante. Y es el de la ética que debemos llevar adelante si pretendemos realizar rituales mágicos.

Para los antropólogos, la magia es el sistema de creencias que sostiene la posibilidad de influir en los hechos ordinarios, mediante actos extraordinarios. Para el wicca, la magia es una realidad que nos rodea cada día. Ahora bien, una parte importante de ésto es que la realidad no se influye solo con trabajos mágicos, si no también con actos. Un ejemplo práctico: si quiero hacer un trabajo mágico para encontrar empleo, puedo hacerlo. Pero el mismo de poco y nada servirá si me quedo en mi casa esperando que el empleo me caiga de las nubes. Un trabajo mágico no es otra cosa que una ayuda para que nuestra mente inconsciente enfoque sus energías.

Esta lección es una que cuesta mucho aprender a los que recién se inician, deseosos de ejercitar sus artes mágicas en cualquier oportunidad. Pero como norma, antes de saltar entusiastamente a trazar círculos mágicos y realizar hechizos, debemos sopesar bastante lo que estamos por hacer. Como regla de oro, siempre tenemos que considerar si el acto mágico está justificado, es decir, si realmente se necesita. No podemos estar malgastando nuestra energía sin ton ni son. Y como regla adjunta a ésta, debemos contemplar todos los ángulos de la situación en la que queremos influir. ¿Hay alguien a quien podemos perjudicar con nuestros actos? ¿Estamos intentando influir en alguien sin su permiso? ¿Estamos violando algunos de los puntos fundamentales de la Wicca?

Una lectura atenta de éstos puntos debería darnos la respuesta a las dudas más comunes. Por lo pronto, evidentemente podemos descartar el hecho de realizar sacrificios humanos o animales como muchos suponen, porque viola la Rede. Pero también debemos estar atentos a otras situaciones, que si bien a primera vista parecen evidentes, si leemos entre líneas no lo son tanto.

Una situación típica es la eterna pregunta sobre los hechizos amorosos. La respuesta a ésto es que no importa lo bien que nos parezca la unión de dos personas, estamos obrando sobre la voluntad de al menos una de ellas, lo cual viola la ética de la responsabilidad. Y cuyas consecuencias a largo plazo no podemos medir. La solución entonces es NO, no deberíamos hacer hechizos amorosos.

Otra pregunta muy común es qué pasa si queremos ayudar a un amigo que está mal. La respuesta es la misma que en el caso anterior: no podemos influir mágicamente sobre las decisiones de nadie sin su permiso. En el caso de enfermedades esto es más complicado aún. No sabemos si de influir se puede revertir alguna sitación kármica, por lo que no podemos por ejemplo tratar de curar a un enfermo de cáncer por muy altruísta y "bueno" que ésto sea.

Otra cuestión que genera dudas es la de la contramagia. Porque el hecho de que nosotros nos guiemos por una cierta ética no garantiza que otros lo hagan. ¿Cuál es la actitud que deberíamos tener en el caso de un ataque mágico? Primero, tener en cuenta que estos ataques son menos comunes de lo que a más de uno le gustaría creer. El motivo por el que aclaro ésto es que muchos que se autodenominan magos y viven de esta "profesión" utilizan el hecho del ataque psíquico como caballito de batalla para incautar gente. De todas formas, si realmente existe dicho ataque sobre nuestra persona, podríamos decir que estamos en nuestro derecho de contra-atacar con igual virulencia, si no aumentada. Pues no. Lo correcto en éste caso sería simplemente el realizar un ritual de defensa, y dejar que el karma se encargue de darle al culpable su merecido.

Como vemos, el tema de la magia no es algo tan sencillo como calzarse un bonete y guiar una escoba para que haga nuestro trabajo. Y ésta imagen tan conocida es también una advertencia para aprender a medir las consecuencias de nuestros actos antes de actuar.

Muchos practicantes dicen que en verdad no realizan otros actos mágicos fuera del trazado ritual del círculo. Y esto se debe a que aprendieron a ver la magia en todo lo que nos rodea, tanto sea el ciclo de la vida que se desarrolla a nuestro alrededor como en la maravilla de las leyes naturales. Estos pocos son los que finalmente aprendieron que la mejor influencia sobre la realidad es la acción cotidiana.


Herramientas del Brujo

Al leer cualquier ritual, nos encontraremos con que hay algunas herramientas que debemos usar. Por supuesto nadie nos prohíbe realizar los propios con poco más que una vela y un cono de incienso, pero en general el tener ciertos objetos de uso específico para rituales nos ayudará a focalizar mejor la energía al realizarlos.

Cada herramienta que utilicemos tendrá una carga particular, representando un elemento de la naturaleza (fuego, agua, aire, tierra y espíritu). Cada uno de ellos puede ser consagrado según un ritual, aunque si llevamos ya un tiempo usándolos quizás ésto no sea necesario. El proceso de consagración apunta más a liberar al objeto nuevo de cualquier tipo de energías negativas que le hayan quedado como residuo de su fabricación, e imbuirlos con las energías del brujo. Se entiende así que la mejor consagración sea el uso habitual, pero a veces es bueno tomarse su tiempo para consagrarlos ritualmente, como toque final.


Herramientas del Brujo: El Athame

El Athamé es el cuchillo ritual del brujo, simbolizando el principio masculino, asociado al elemento Aire y según algunos autores también con el fuego (por el fuego utilizado en la forja de la hoja). Otras herramientas asociadas con él, y con usos rituales similares, son la Espada, y la Segur (hoz pequeña o cuchillo curvo).

El Athamé tiene tradicionalmente mango negro, y debe ser una hoja con filo, a pesar de que en general éste filo no va a usarse. La función principal del Athamé (y la Espada) es dirigir la energía del brujo, tanto sea al trazar el círculo, o realizar un conjuro. También se utiliza, elevado a modo de saludo, al llamar a los cuatro elementos durante el trazado del círculo ritual. Muchas veces también se utiliza un cuchillito más pequeño de mango blanco para todo lo que implique cortar y/o tallar.

La Segur se utiliza en una forma similar, principalmente para cortar hierbas rituales, debido justamente a su forma. Podríamos decir que es un descendiente directo de la pequeña hoz de oro que usaban los druídas para cortar las hierbas rituales, especialmente el muérdago. La única diferencia es que por su forma curva, similar a la luna creciente, simboliza al principio femenino, y se puede llegar a utilizar en algunos rituales lunares. Para sus otros usos más prácticos, puede ser reemplazada por el athamé, de la misma forma que el cuchillito de mango blanco.

La Espada no es un elemento estrictamente necesario, aunque sí muy "decorativo". Tiene exactamente los mismos usos rituales del Athamé de direccionar la energía proyectada por el brujo. El único problema que puede llegar a presentar es la incomodidad de su uso en espacios pequeños, y el peso de la misma. Salvo que tengamos la suerte de haber conseguido una espada corta, en general son elementos bastante pesados y difíciles de manejar, por lo menos para una mujer. No hablemos ya de las posibles dificultades de llevarla a un espacio abierto para realizar un ritual, lo cual puede resultar ilegal en muchos países. Cualquiera sea el uso que vayamos a darle, puede reemplazarse perfectamente por el Athamé, y ganaremos en comodidad y practicidad.



Herramientas del Brujo: El Caldero

El Caldero tiene una base mitológica en la tradición Celta, y otra en la creencia popular. El caldero ha sido desde siempre asociado a las brujas como lugar donde se cocían las famosas pócimas. La simbología lo toma tanto como una herramienta de transformación (los elementos entran en él en un estado y salen en otro) como una imagen del vientre materno.

La mitología Celta nos habla de la Diosa Cerridwen, quien coció en su caldero la pócima de la sabiduría durante un año y un día, curiosamente, el tiempo que debe servir uno como acólito antes de ser iniciado plenamente. Existen numerosas menciones al caldero de las brujas, y entre las más famosas podemos mencionar la escena de Macbeth, de Shakespeare, donde preparan una poción mientras McBeth decide su futuro de traidor. Otra leyenda del Mabinogion nos habla de un caldero que tenía la virtud de volver a la vida a los guerreros muertos en batalla.

El caldero del que hablamos aquí no tiene por qué ser uno enorme como acostumbramos ver en las películas, pero sí debe reunir tres condiciones: debe ser de hierro, redondo y tener tres patas. Todavía es posible encontrar pequeñas ollitas con éstas características, aunque ya no sean la norma hoy en día. Durante los rituales, dependiendo del tamaño, podemos elegir ponerlo sobre el altar, o sobre el piso, a nuestra izquierda.

Las utilidades que podemos darle varían. Como representante del Vientre Primordial, es obviamente femenino, perteneciente al elemento agua. Sin embargo, al ser de material sólido, y al estar firmemente aislado del piso por sus tres patas, podemos usarlo, por ejemplo, para todo ritual que precise una pequeña fogata, o la quema de elementos (papel, velas), con toda seguridad. En todos los casos en que precisemos simbolizar una transformación o renacimiento será muy útil. También, lleno de agua puede simbolizar al elemento, aunque generalmente se utilice el cáliz. Otro de sus usos rituales puede ser como lugar para descartar todo el material usado a lo largo del ritual, por ejemplo fósforos o cenizas, para no dejarlos sobre el altar.

Debemos recordar con todas las herramientas, pero más con ésta en particular debido a sus posibles usos, limpiarlo escrupulosamente luego de su uso ritual.

De ser necesario, puede reemplazarse con una pequeña vasija de metal si debemos quemar algo, o con el cáliz si lo necesitamos simplemente para contener agua.


Herramientas del Brujo: El Cáliz

El cáliz es una versión menor del caldero como representación del eterno femenino y el elemento agua. Estamos hablando de una copa, usualmente del tipo redondo, en la que tendremos representada al agua durante los rituales, aunque también durante por ejemplo el festín sencillo, contendrá vino.

La elección del cáliz apropiado es una tarea bastante delicada. Podemos usar una copa de cristal, aunque lo tradicional es el metal: oro, bronce, plata o alpaca. Debemos tener mucho cuidado al elegir, prefiriendo los que estén revestidos internamente en vidrio, plata o acero inoxidable, ya que los metales como el cobre y el bronce despiden sustancias venenosas en contacto con el vino. Debemos tener en cuenta también el que sea de tamaño mediano, para facilitar su manipulación. No es necesario un cáliz ornamentado; es perfectamente válido que usemos, si así lo queremos, una de las copas de cristal de la abuela, si nos preocupamos de realizar la limpieza ritual para "descargarla" de las energías que pudiera tener.

Las casas especializadas en regalos para bodas suelen tener juegos de dos copas de metal perfectamente aptas para uso con bebidas alcohólicas (las que presentan riesgos al reaccionar con los metales), por lo que pueden ser un buen lugar para buscar nuestro cáliz. Tener uno extra tampoco vendrá mal si queremos realizar rituales en los que necesitemos tanto el agua como el vino (o símil), y no tengamos el caldero disponible o vayamos a darle otro uso. En lo personal, prefiero tener dos cálices: uno en bronce para las celebraciones solares y uno en plata para las lunares.

Los usos rituales del cáliz se centran principalmente en ser el contenedor del líquido elegido, ya sea agua para realizar la purificación del círculo, o la bebida elegida para el festín sencillo o la libación ritual. Usualmente su uso será el primero, y si bien podemos reemplazarlo por cualquier copa, debido a lo sencillo de conseguir uno, considero que es mejor realizar la elección de una vez y utilizar el mismo en forma regular, no ocasional.


Herramientas del Brujo: La Escoba

La escoba es quizás, junto al caldero, la más famosa herramienta asociada a la bruja. Tradicionalmente un elemento simbolizante de la unión de los principios masculino y femenino, se utilizaba no para volar, sino para la limpieza ritual del espacio de trabajo, rituales de protección y fertilidad. Algunos autores sugieren que la escoba era el lugar perfecto para ocultar la vara durante la época de la cacería de brujas, disfrazándola en un elemento de uso cotidiano.

Sir James Frazer recoge en su "Rama Dorada" múltiples rituales que involucraban el uso de una escoba, generalmente como símbolo de fertilidad o energía fecundadora. Según uno de éstos, para asegurar la fertilidad de los campos una mujer joven debía rodear los mismos una vez plantados los mismos, desnuda y montada a caballito de una escoba. Podemos ver quizás en éstos rituales resabios de los primitivos rituales de fertilidad en donde el Sumo Sacerdote y la Suma Sacerdotisa simbolizaban el matrimonio de la Tierra y los Cielos, la Diosa y el Dios, renovando la fertilidad de los campos.

Otra versión sugiere que si queremos confeccionar una escoba para limpieza, debemos hacerlo utilizando ramas de sauce, que antiguamente se creía alejaban a los espíritus malignos. Tan arraigada estaba ésta creencia que se tenían como método seguro de exorcismo los azotes con varas de sauce.

Lo cierto es que nuestra escoba ritual debe ser del estilo antiguo, de ramas o paja, y su uso se limitará a una pasada simbólica para limpiar el lugar de energías antes de entregarnos a cualquier tipo de ritual, y como todas las herramientas nombradas hasta ahora, debe ser guardada nada más que para éste uso. Los mejores resultados los conseguiremos si la fabricamos nosotros mismos, pero debido a la dificultad de ésta tarea, podemos dejarlo en manos de otros sin problemas, teniendo el cuidado de hacer la limpieza correspondiente antes de usarla.

Su uso no es estrictamente necesario, así que a no desesperar si no conseguimos ningún escobero donde estamos: tranquilamente podemos seguir adelante con nuestras celebraciones sin la escoba, siempre y cuando reemplacemos la acción de limpieza energética por alguna otra similar.



Herramientas del Brujo: El Incensario

El incensario es uno de los elementos fundamentales en el arreglo del altar para los rituales. Tanto sea que usemos varillas, conos o incienso en grano, debemos tener un recipiente que recoja las cenizas, y aísle el altar del calor del incienso quemándose.

Si deseamos usar varillas, lo mejor será tener un recipiente de boca ancha y poco profundo lleno de arena, donde clavaremos las varillas para que se consuman. Lo mismo si usamos conos. Si deseamos usar incienso en grano el recipiente debe ser resistente al calor extremo que van a liberar los carbones prendidos donde colocaremos el incienso. Éste último método es el más recomendable, ya que nos dá la libertad de hacer nuestras propias mezclas partiendo de algunos elementos básicos, y agregando hierbas o incluso flores si así lo queremos.

En todos los casos es preferible que el recipiente tenga algún tipo de asa, o cadenillas al estilo de los viejos incensarios de iglesia, para poder manipularlo sin quemarnos. Recordemos que en algunos casos deberemos caminar con él, por ejemplo si estamos haciendo una limpieza de la casa. Los materiales preferibles son barro, cerámica o bronce, siendo el primero el más frágil y el segundo el más caro.

El incienso, y los carbones consumiéndose lentamente, representan los elemento Fuego y Aire durante los rituales, ambos masculinos. En general el incensario se ubicará a la derecha del altar, exigiendo un cuidado particular de nuestra parte, similar al que debemos tener con las velas encendidas.


Herramientas del Brujo: El Libro de Sombras

Como digo en otra parte del site, el Libro de Sombras es un libro que lleva el practicante, en donde anota todos los rituales a medida que los va realizando, hechizos, mezclas de inciensos, y en general todo aquello que tenga que ver con su trabajo como brujo. No es necesario que el Libro sea un volumen primoroso, ni que esté caligrafiado con tinta especial, pero sí debe ser destinado únicamente a éste propósito, y conviene que sea del tipo al que se le pueden agregar hojas: una carpeta de tapas rígidas puede servir.

Otra cosa que debemos tener en cuenta al armar uno es el tamaño del volumen que elijamos: muy grande y nos resultará un poco incómodo para tenerlo en el altar, muy pequeño y a duras penas podremos leer lo que escribimos en él. Tenemos que recordar al escribir que leer a la luz de las velas no es exactamente fácil, y es un error muy común las primeras veces no tomarlo en cuenta. Lamentablemente uno no llega a enterarse de ésto hasta que comienza el ritual, y luego tiene que pasarse adivinando lo que escribió. Una opción para facilitar la lectura es escribir en letra grande y de imprenta, otra es imprimir las páginas en computadora, utilizando una tipografía clara... ya era hora que los brujos nos modernizáramos un poco ;)

Dentro del libro de sombras podemos hacer otras anotaciones, como por ejemplo distintas meditaciones, pensamientos posteriores a los rituales o resultados de los hechizos que podramos haber hecho, convirtiéndolo a la postre en una especie de "diario mágico", pero ésto queda a criterio del celebrante.

Otro libro que puede estar relacionado con el Libro de Sombras, pero que no es necesario ni mucho menos (aunque puede ser útil) es el Libro de Sueños, que es donde anotaremos por la mañana los sueños que tuvimos la noche anterior. Ésto lo veo más conveniente para quien desee hacer un trabajo más a fondo con sus sueños, para lo cual no es necesario siquiera ser Wicca; también lo encontrarán muy útil quienes estén embarcados en cualquier tipo de terapia, ya sea ésta del tipo psicológico, chamánico, o cualquier otro en donde los sueños tengan un papel preponderante


Herramientas del Brujo: El Pentáculo

El pentáculo no es ni más ni menos que un disco, aproximadamente del tamaño de un plato mediano, que tiene dibujado en su superficie un pentáculo, es decir, una estrella de cinco puntas encerrada dentro de un círculo. Representa al elemento Tierra, es de carácter femenino y sobre él consagraremos durante los rituales los elementos que vayamos a utilizar.

Los materiales utilizados pueden ser múltiples: barro, cerámica, metales o madera, es quizás la herramienta que mejor se adapta para ser creada artesanalmente por el brujo. Si sabemos modelar podemos hacerlo nosotros mismos con el dibujo ya trazado, incluso con cuentas de color marcando la figura, si no, pintar con esmaltes sobre un plato comprado. Si vamos a hacerlo así, debemos tener mucho cuidado de utilizar pinturas no solubles en agua, ya que al lavar la pieza arruinaríamos nuestro esfuerzo, y también de utilizar pinturas no tóxicas, ya que muchas veces colocaremos sobre él elementos comestibles, por ejemplo pan en el festín sencillo.


Diseñando un ritual
Algunas consideraciones previas

Uno de los grandes problemas para la gente que recién se inicia lo presentan los rituales. En general todos empezamos usando algunos de libros, pero llega un momento que los mismos no nos satisfacen. O peor aún: no tenemos libro, pero de todas formas queremos realizar un ritual. ¿Qué hacer?

La respuesta es obvia: diseñar los propios. Esto puede asustar en un principio, pero veremos que en realidad no es algo tan difícil. Para empezar, tenemos que tener en claro por qué queremos realizar un ritual. ¿Es una celebración estacional? ¿Lunar? ¿Queremos hacer algo quizás un poco más complicado, como un hechizo? Poner éstos puntos por escrito puede ayudarnos a focalizar nuestras mentes para que el ritual empiece a tomar forma. Tratar de traer a la luz la simbología de lo que vamos a hacer también sirve.

El paso siguente es empezar a desarrollar el ritual en sí. Tenemos que tener en cuenta que hay varios pasos que son fundamentales y que deben estar siempre presentes, otros son optativos, pero añaden "color", otros son tan básicos como la elección del lugar, vestimenta, fecha y hora en que lo llevaremos a cabo, y si lo haremos a solas o acompañados, si queremos silencio o música, y en éste último caso, qué queremos que suene. Pasemos a analizar uno por uno los detalles:

  • Lugar: lo ideal sería un bosque o jardín, parque, plaza o cualquier otro lugar donde estemos en contacto con la naturaleza. Pero no todos podemos hacerlo, así que lo fundamental en éste caso es que sea un lugar tranquilo donde nadie nos moleste por el tiempo en que va a durar el ritual.
  • Hora: los celtas comenzaban a contar el día desde el anochecer hasta que el sol se pusiera nuevamente. Y justamente éste, o la madrugada justo antes de que el sol salga, son excelentes momentos. La hora también depende de nuestra disponibilidad horaria, así que debemos ajustarnos para que podamos hacer lo que sea tranquilos, sin necesidad de andar corriendo
  • Fecha: los sabbats estacionales solían festejarse el día correspondiente, o en su defecto en la luna llena posterior al mismo. Los ritos de luna llena son obviamente realizados en ése momento, y algunos rituales mágicos dependen de la fase de la luna. No es una mala idea consultar un calendario lunar y verificar fases y horas de salida y puesta.
  • Compañía: una decisión difícil, pero mi consejo es que ante la duda, trabajen solos. Mejor estar solo que desconcentrarse por un acompañante que quizás no tiene todos sus sentidos puestos en lo que uno hace. Otra opción es invitar alguien como observador, y después de un tiempo invitarlo a incorporarse a nuestros rituales, cuando ya estemos seguros de que no va a tener su cabeza puesta en otra cosa.
  • Música: depende de las preferencias personales. Si elegimos tenerla, podemos producirla nosotros (flautas y elementos de percusión son los tradicionales) o utilizar música grabada. En todos los casos debe ser música rítmica pero tranquila, que nos ayude a entrar en otro estado de consciencia necesario para realizar el ritual.
  • Vestimenta: existen dos vertientes. Una considera que las ropas estorban, y los rituales deben realizarse "vestidos de cielo", es decir, sin ropa. Otra considera que el ponernos una ropa en particular ayuda a nuestra mente a entrar en el estado apropiado. Si vamos a realizar el ritual vestidos, no es necesario tener una túnica, ya que a veces cosas como ruedos muy largos o mangas demasido amplias pueden estorbar al movernos. Es decir, el estilo de la vestimenta no importa, siempre y cuando sea cómoda y de telas naturales.

Una vez que hemos resuelto éstos detalles previos, podemos dedicarnos a desarrollar el ritual en sí.


Diseñando un Ritual: Detalles fundamentales

Dentro del diseño de un ritual, hay partes que son fundamentales para el desarrollo del mismo, y otras que según el autor y/o tradición se consideran importantes o no. A continuación haré un breve recuento de éstas partes; de ser necesario, en un apartado se trata con detalle en qué consiste y cómo debe llevarse a cabo.

Vemos entonces que teniendo en cuenta éstos detalles el armado de un ritual pasa de ser una tarea imposible a algo más accesible para nosotros. Preparando con detalle cada parte, podemos obtener un ritual satisfactorio, y lo que es más importante, hecho a medida para nuestra situación y según nuestras necesidades.

Los pasos con los que debe contar un ritual son los siguientes:

  • Purificación personal
  • Purificación del ambiente
  • Trazado del círculo
  • Invocaciones a la Diosa y al Dios (dependiendo del ritual elegido)
  • Ritual específico según la ocasión
  • Festín sencillo (optativo)
  • Despedida (si hicimos las invocaciones al principio)
  • Apertura del círculo

Podemos dividir los pasos con los que debe contar un ritualen apertura, ritual en sí y cierre. La apertura incluye los pasos hasta las Invocaciones, empezando con la purificación personal. Esto es sencillamente un baño ritual, quizás con hierbas, para limpiar nuestro cuerpo físico. La purificación del ambiente es similar, y aquí incluye una limpieza ritual del espacio en el que vamos a trabajar... tradicionalmente se utilizan escobas de ramas usadas únicamente con éste propósito, pero cualquier escoba común sirve. De más está decir, la idea no es dejar todo reluciente... se supone que debería estar así de antemano, sino hacer un "repaso" anterior al ritual.

Lo que sigue a las invocaciones es algo ya más complejo y personal. Podemos agregar una meditación en éste punto, realizar o no el Festín Sencillo, usar o no medios adivinatorios, y finalmente despedir a los Dioses agradeciendo su presencia, y liberando el círculo.


Consagración de Herramientas

Como primer paso, debemos hacer una limpieza física del objeto, cuidando de corregir cualquier defecto de manufactura que encontremos, así como suciedad o polvo que pudiera tener acumulado. Mientras hacemos ésto, debemos visualizar toda la energía negativa que pudiera poseer el objeto dejándolo. Una vez que esté libre de energías negativas, podemos pasar al siguiente paso, que es la consagración ritual.

Para hacer ésto, colocamos lo que vayamos a consagrar sobre el pentáculo, y tocándolo con nuestra mano hábil o proyectiva, y utilizando el nombre de la herramienta y su material de construcción, decimos, por ejemplo para el caso de una espada:

Te consagro, espada de acero,
para limpiarte y purificarte,
para servirme dentro del cículo.
En el nombre de la Diosa Madre y el Dios Padre
estás consagrada.

Luego de ésto la cargamos, frotándola en un único sentido y visualizando cómo adquiere nuestra energía; asperjamos con sal, pasamos por sobre el humo del incienso, por la llama de las velas (o por sobre ellas), y luego asperjamos con agua, llamando cada vez a los espíritus de cada elemento para consagrarla. Algunos autores sugieren una gota de la sangre del brujo mezclada en el agua para hacer el vínculo de unión más fuerte. De elegir hacer ésto, debemos tener MUCHO cuidado en no lastimarnos: una sóla gota tomada de un dedo, usando una aguja aséptica de las que se venden en las farmacias para los diabéticos bastará.
Al finalizar, elevamos la herramienta con ambas manos, diciendo:

Te cargo por los Antiguos: por la Diosa y el Dios
por las virtudes del Sol, la Luna y las Estrellas,
por los poderes del Aires, Fuego, Agua y Tierra,
que a través tuyo obtenga todo lo que deseo.
Dioses Antiguos, carguen ésta herramienta con sus poderes.

Bajamos la herramienta, y podemos empezar a usarla.

El presente ritual está basado en uno similar del libro "Wicca: A guide for the Solitary Practitioner" de Scott Cunnigham, basado a su vez en la consagración de implementos rituales de la "Clavícula de Salomón".


El círculo mágico

La teoría popular acerca del círculo mágico es que es un círculo que se traza en el piso para protección de quien hace magia. O por lo menos es lo que las películas nos quieren hacer creer.

La realidad es mucho más compleja e interesante. El mal llamado "círculo" no es tal, para empezar, sino que es una esfera/ovoide que el mago traza (o visualiza, para ser más exactos) a su alrededor antes de comenzar rituales u otros actos mágicos. El obbjetivo principal es delimitar el espacio sagrado en el que realizaremos un ritual, pero hay otras razones para hacerlo, fundamentalmente el concentrar la energía levantada durante el ritual, el favorecer la conexión con las Deidades que contactemos durante el ritual, y sí, protección.

Tradicionalmente, el trazado del círculo en la Wicca incluye los siguientes pasos:

  • trazado físico del círculo
  • llamadas a los Cuartos
  • Invocaciones

El orden varía de acuerdo a la tradición/autor/ejecutor, pero en general, el último paso siempre son las invocaciones al Dios y a la Diosa.

Veamos ahora cada paso en detalle:

Trazado físico del círculo

Consiste en físicamente caminar (o simplemente apuntar si nuestro círculo es pequeño) a lo largo del límite de nuestro espacio sagrado, demarcándolo en alguna forma. Dependiendo de la tradición y del brujo, puede hacerse una sóla vez, tres, cuatro, cinco, hasta nueve! Una opción popular es trazarlo una vez con agua salada (representando los elementos agua y tierra), una segunda vez con el incensario (representando los elementos de fuego y aire) y una tercera vez visualizando nuestra energía demarcándolo, usando el athamé, o hasta nuestra propia mano (representando el espíritu). Algunas personas prefieren usar sólo el athamé, cada elemento por separado, y otras prefieren tres repeticiones de cada uno.

La idea es visualizar con cada pasada un círculo de contención, que terminará de cerrarse en una burbuja al momento de hacer las invocaciones. Algunos brujos prefieren hacer ésto utilizando cánticos, otros recitan piezas particulares, y finalmente otro grupo prefiere hacerlo en silencio.

El trazado no se marca en el suelo (aunque si asperjamos con agua o sal, obviamente quedarán en el suelo). En el caso de usar el athamé o nuestras manos, simplemente debemos proyectar la energía con nuestro brazo extendido hacia abajo. Si usamos un incensario, normalmente éste estará a la altura de nuestro pecho o plexo solar.

Llamadas a los cuartos

Se llama "cuarto" a cada uno de los puntos del círculo que se enfrenta directamente con uno del los cuatro puntos cardinales principales. Esto se ha tomado prestado de la Magia Ceremonial. Cada uno de éstos puntos cardinales tiene asignado uno de los cuatro elementos, con el quinto (Akasha) representado por el centro, que es donde ubicaremos el altar.

En la Wicca tradicional, los elementos que se atribuyen a los puntos cardinales son fijos, y para Europa son los siguientes:

  • Este: aire, corresponde al Conocimiento en lo que se conoce habitualmente como la "pirámide de los brujos".*
  • Sur: fuego, corresponde a la Voluntad.
  • Oeste: agua, corresponde al Atrevimiento (emoción)
  • Norte: tierra, corresponde al Guardar Silencio

Esto sin embargo no se mantiene en todas los grupos, y alguno prefieren trabajar con la topología local, utilizando por ejemplo el Este para el elemento Agua si tiene un río en ésa dirección. Y obviamente, aún si utilizamos la estructura formal, si estamos trabajando en el Hemisferio Sur, el patrón deberá invertirse. Estas indicaciones pueden parecer muy vagas, pero lamentablemente la única forma de ver qué funciona mejor en nuestra práctica es probar varias opciones.

La llamada en sí consistirá en invocar los poderes que asociemos con el punto cardinal en cuestión. Aquí de nuevo las acciones, e incluso a quiénes están dirigidas nuestras invocaciones, varía de acuerdo al practicante y la tradición. La Wicca tradicional prefiere trabajar con los Guardianes de las Atalayas, entidades que se cree presiden sobre cada cuadrante y sobre el Elemento que le corresponde. Otras tradiciones prefieren invocar a algún elemental correspondiente al Elemento en cuestión. Algunos otros -en particular si están influenciados por Magia Ceremonial- prefieren trabajar con ángeles. Finalmente, otros prefieren invitar directamente a Deidades asociadas o con el cuadrante o con el atributo respectivo. De elegir ésta última opción, es aconsejable el utilizar un único panteon.

En general, el núcleo de ésta llamada es una invitación respetuosa a la entidad a la que nos dirigimos, usando palabras, gestos, sonidos, acciones, perfumes, o una combinación de éstos. Estas llamadas comienzan tradicionalmente en el Norte o el Este (de nuevo, depende de la tradición y el uso) y se realiza en sentido deosil (horario). En algunos casos, como ser para rituales de la Luna Oscura, o que se realicen para eliminar situaciones de nuestra vida, o similares, el círculo puede trazarse en sentido widdershins (anti-horario). Sin embargo, ésto no es una práctica que vayamos a encontrar comunmente.

Formas habituales de marcar los cuartos son el utilizar velas, elementos físicos (una maceta para la tierra, una copa pequeña para el aguar, una vela para el fuego, incienso para el aire), piedras o cristales (en éste último caso, en lo posible cristales que normalmente se asocien con el elemento en cuestión).

Invocaciones

El último paso es la invocación de la Diosa y el Dios, sea en sus aspectos de Gran Diosa y Gran Dios, o entidades particulares. De nuevo, si vamos a hacer ésto último, conviene utilizar un único panteón. Esto usualmente se realiza mediante un cántico, oración o recitado, prendiendo velas en el altar, quemando inciensos particulares, o combinaciones.

El paso final es el "cerrar" completamente el círculo a nuestro alrededor, una vez que las Deidades se hayan invitado. De nuevo, ésto se realiza mediante visualización, imaginando la burbuja de energía que creamos a nuestro alrededor cerrándose.

Conclusión

Esta es una descripción aproximada de cómo debe trazarse un círculo mágico. No he dado detalles más específicos respecto de cánticos, invocaciones, etc., adrede, ya que en general conviene que cada uno escriba o improvise las propias llegado el momento, pero con un mínimo de imaginación, y siguiendo la información detallada arriba, es posible crear nuestra propia versión de éste paso.

Una vez completo el círculo, podemos pasar al ritual en sí o trabajo mágico. Si necesitamos por cualquier motivo abandonar momentáneamente el círculo, podremos hacerlo "cortando" una puerta en el nor-este -ubicación tradicional, aunque nada impide hacerla en donde debamos salir-; al volver a entrar, deberemos trazar nuevamente el segmento que cortamos con el athamé o nuestras manos.


Sugerencias para Rituales: Samhain

Comenzaremos arreglando el altar, con elementos acordes a la fecha: granadas, calabazas y otros frutos otoñales, así como también flores, por ejemplo crisantemos. Tenemos que tomarnos un tiempo para escribir en un papel nuestros logros durante el pasado año, cosas de las que estamos orgullosos o agradecidos. En otro papel, escribiremos cosas de las que queremos librarnos, o situaciones que queremos dejar atrás, y que hayan ocurrido desde la celebración de Samhain anterior. Tambien necesitaremos un caldero o algo similar, o en su defecto una vela de color oscuro -violeta funciona bien-. Tenemos que tener separados una granada y una manzana, y tener el athame y un plato a mano.

Si queremos, podemos usar un incienso especial para la fecha, compuesto de:

  • dos partes de incienso
  • una parte de mirra
  • una parte de benjui
  • dos partes de agujas de pino
  • una parte de madera de cedro
  • una parte de bayas de enebro
  • una pizca de canela
    (podemos reemplazar alguno de los ingredientes por el aceite esencial equivalente si no tenemos la hierba o resina)

Antes de comenzar el ritual, debemos tomarnos unos minutos para meditar y pensar en aquellos que nos precedieron en la vida, en parientes y amigos que ya no están con nosotros. No debemos desesperarnos, ya que abandonaron éste plano por otro mejor. Tenemos que mantener firme en nuestras mentes la idea de que lo físico no es la única realidad, y que las almas no mueren.

Acomodamos todo en el altar, encendemos las velas y trazamos el círculo. Luego, invocamos a la Diosa y al Dios.

Levantamos la vara, mirando el altar, y decimos:

En ésta noche de Samhain,
Celebro la memoria de mis ancestros,
y de aquellos que me precedieron en ésta senda.
Celebro además, Cernunnos, tu pasaje
hacia las tierras del verano.
Cazador Astado,
Señor de los Bosques,
honro Tu memoria y aguardo Tu retorno
desde el vientre de la Diosa.
Señora de la Luna Menguante,
ayúdame a comprender tus misterios,
guía mis pasos en lo más oscuro,
protégeme, y muéstrame
que así como de la noche nace la luz,
el ciclo renace, eterno, por siempre.

Ponemos la fruta sobre el pentáculo y la bendecimos, y luego cortamos un cuarto de la manzana y otro de la granada. Levantamos en alto el pentáculo, y decimos:

Ofrezco ésta comida en honor a mis ancestros.
Su memoria perdura, y sus enseñanzas viven en mí.
Benditos fueron en su existencia
y benditos son en las Tierras de Eterno Verano.

Comemos el cuarto de manzana, con cuidado de no dañar las semillas, y algunos granos de granada, poniendo especial atención en lo que representan los frutos: la vida perpetuándose a sí misma, por siempre, expandiendo vida aún en medio de su -aparente- destrucción. Y pensamos en el ciclo del año, en como se perpetúa en una espiral eterna de nacimiento, vida, muerte y renacimiento, y cómo ésto se refleja en toda la Naturaleza.

Prendemos la vela violeta si vamos a usarla, o si usamos el caldero prendemos una pequeña fogata dentro de él. Tomamos el papel con todo aquello por lo que estamos agradecidos, y lo leemos en voz alta, comentando si queremos por qué estamos agradecidos.
Agradecemos con nuestras propias palabras a los Dioses, y quemamos el papel en la vela o la fogata.

Tomamos el otro papel, y leemos en voz alta la lista de aquello que nos queremos librar. Si queremos, podemos decir por qué.
Lo echamos al caldero, y mientras lo hacemos decimos:

Cerridwen, Gran Diosa,
Señora del Caldero de Transformación,
que Tu sabiduría me ilumine,
que en tus llamas arda lo que me aqueja,
que el fuego me transforme y purifique.

Una vez que haya terminado de arder el papel -puede ser después del ritual-, tomaremos las cenizas y las plantaremos con las semillas de la manzana y de la granada, visualizando las energías de la Tierra transformando y purificando aquello que le damos.

Este es un momento excelente para consagrar y utilizar elementos de adivinación. Podemos hacer lecturas de Tarot o Runas, pero conviene que dejemos a los muertos en paz. El objetivo del ritual es honrar su memoria, no molestar a las almas que descansan. Si tenemos sentimientos de pesar o dolor por muertes recientes, es también un buen momento para dejarlos que se consuman en las llamas de la Diosa.

Podemos realizar algún otro trabajo mágico de ser necesario
Celebramos el Festín Sencillo.
Liberamos el círculo

Una vez que hayamos terminado el ritual, es bueno que dejemos una porción de los alimentos no consumidos en el alfeizar de la ventana o dintel de la puerta, o también, si tenemos manzanas enteras o restos, enterrarlos, para "alimentar" a los muertos. Otra práctica tradicional es el prender velas en las ventanas para guiar a las almas a las tierras del Eterno Verano.
Las comidas de Samhain consisten en hortalizas, calabazas, manzanas, maíz, pan de jengibre y vino suave y sidra como bebidas. Para quien no es vegetariano, los platos de carne son tambien apropiados.


Sugerencias para Rituales: Limpieza

Los rituales de limpieza psíquica pueden realizarse en forma regular como "mantenimiento", o sólo cuando sean necesarios. Es aconsejable el realizarlos en ambientes que tiendan a causar cualquier tipo de irregularidad o malestar, pesadillas, enojo, depresión, etc. También si en el lugar por cualquier motivo hay tensiones constantes, personas con depresión clínica, y en general cualquier circunstancia que tienda a "cargar" el ambiente.

Para realizar el ritual necesitaremos:

  • una vela, preferiblemente blanca
  • incienso de limpieza(*)
  • mortero, o bols para mezclar incienso
  • incensario y carbón (puede reemplazarse por un bols con una capa de sal o arena para aislar el calor)
  • un bols con agua y otro con sal, preferiblemente marina

(*)podemos usar la mezcla de incienso de limpieza que más nos guste, una pensada específicamente para la ocasión, o si no, la siguiente:

  • una parte de incienso
  • una parte de mirra
  • una parte de bayas de enebro
  • una parte de muérdago
  • una parte de salvia (puede reemplazarse por ruda)
  • una parte de lavanda
  • una pizca de Sangre de Dragón (puede reemplazarse por aceite esencial, o chili en polvo)

Mezclamos en el mortero, cantidad suficiente para sahumar el ambiente que queremos limpiar, o toda la casa. Es fundamental además que el ambiente este LIMPIO Y ORDENADO. De nada vale una limpieza psíquica si no está acompañada de cuidado en el plano físico. Cuando estamos listos para comenzar, prendemos la vela y nos relajamos lentamente, visualizando cómo toda la energía negativa sale de nuestro cuerpo con cada expiración. Es importante que una vez que nos hayamos terminado de "limpiar" internamente, visualicemos cómo toda ésta energía negativa se quema y desaparece.

Bendecimos el agua, la sal, y el incienso. Prendemos el carbon, ponemos a quemar parte del incienso, y echamos una pizca de sal en el agua. Comenzaremos luego a recorrer las esquinas de la habitación (o los cuartos de la casa) con el incensario, deteniéndonos en cada rincón y "soplando" el humo del incensario, visualizando como se va expandiendo una luminosidad que empieza a envolver la casa. Debemos detenernos también en cada puerta y ventana, haciendo lo mismo. Mientras tanto, vamos recitando lo siguiente:

Bendigo ésta (puerta, habitación, casa) por el poder de los Antiguos Dioses,
Que aquí se hagan presentes y bendigan a su(s) hijo(s).

Una vez que hayamos terminado con el incienso, tomamos el cuenco con agua y sal y procedemos a asperjar en la misma forma cada rincón. Si queremos, podemos trazar un pentáculo sobre cada puerta y ventana.

El último paso es volver hacia el altar, o el espacio en el que hayamos comenzado, y sentarnos nuevamente. Tenemos que visualizar la casa o habitación envuelta en luz radiante, y revisar mentalmente si queda algún espacio oscuro o en donde haya quedado algo de negatividad. Dejamos que la vela se consuma hasta el final, y cuando lo haya hecho, podemos enterrar los restos junto con el residuo del incienso.


Antes de intentar las mezclas que se incluyen, es conveniente leer algo más acerca de la preparación de los inciensos. El sitio tiene un artículo al respecto que puede resultar de utilidad.
De a poco iré agregando más mezclas a la lista.

Incienso de limpieza

  • una parte de incienso
  • una parte de mirra
  • una parte de bayas de enebro
  • una parte de muérdago
  • una parte de salvia (puede reemplazarse por ruda)
  • una parte de lavanda
  • una pizca de Sangre de Dragón (puede reemplazarse por aceite esencial, o chili en polvo)

Incienso para Hécate

  • una parte de madera de sándalo
  • una parte de mirra
  • una parte de estoraque negro
  • tres gotas de aceite de jazmín
  • tres gotas de aceite de manzanilla
  • tres gotas de aceite de cipres

Incienso para Atena

  • una parte de madera de cedro
  • unas gotas de aceite de almizcle
  • unas gotas de aceite de oliva

Incienso para Bes (dios egipcio del hogar y la prosperidad)

  • dos partes de incienso
  • una parte de benjuí
  • una parte de copal
  • 3/4 partes de canela
  • 3/4 partes de clavos de olor
  • 1/2 parte de goma arábiga
  • 1/2 parte de madera de sándalo roja
  • 1/2 parte de pimienta inglesa
  • 1/2 parte de romero
  • unas gotas de aceite de civet
  • unas gotas de algún aceite cítrico

Incienso para Beltane

  • dos partes de incienso
  • una parte de copal
  • una parte de madera de cedro
  • una parte de raíz de cálamo aromático (acorus calamus)
  • una parte de ambra u olíbano
  • una parte de pétalos de rosa
  • una parte de jazmín
  • 4 gotas de aceite de rosa
  • 4 gotas de aceite de jazmín
  • 4 gotas de aceite de frangipani
  • 2 gotas de aceite de loto
  • 2 gotas de aceite de Ylang Ylang

Incienco para Litha

  • 2 partes de incienso
  • 1 parte de goma arábiga
  • 1 parte de ambar dorado*
  • 1 parte de muérdago
  • 1 parte de musgo de roble (barba de viejo)
  • 1 parte de pétalos de caléndula
  • 1 parte de flores de saúco

* puede reemplazarse por media parte de bejuí

Incienco para Yule

  • 2 partes de incienso
  • 1 parte de goma arábiga
  • 1 parte de canela
  • 1 parte de muérdago
  • 1 parte de acebo
  • 1 parte de bayas de enebro
  • 1 parte de pétalos de caléndula

Todos las mezclas de ésta página son originales, y se han utilizado en rituales en forma exitosa.


Herramientas del Brujo: La Vara

La varita es un elemento popular en la magia. Tanto en la imagen de la varita mágica de las hadas, o el cayado de los magos de los cuentos, ha sobrevivido en la imagen colectiva de los practicantes de magia como guía y dirección de poder. Y ésta imagen no está tan lejos de la verdad: en los rituales, la varita cumplirá las funciones de dirigir la energía que levantemos durante el ritual, más o menos en forma similar al athamé. Simbolizando la energía masculina, y asignada según la tradición al elemento Fuego o Aire, la varita nos va a ser útil en rituales, con una cualidad quizás menos agresiva que el athamé o la espada.

Existen casi tantos tipos de varitas como practicantes, y las diferencias se dan tanto en la forma y tamaño como en los materiales usados para su confección. En general serán de madera, dependiendo la elegida de las afinidades de cada quien con los distintos árboles, o del uso que vayamos a darle, aunque hay también varitas de metal. También pueden tener terminación roma o con un cristal de cuarzo actuando como "amplificador". Los seguidores de tradiciones netamente celtas pueden llegar a tener una varita distinta por cada mes del calendario arbóreo lunar, con sus distintos atributos, a saber:

  • Abedul, para purificación, el primer mes, noviembre
  • Serbal, para protección contra encantamientos, el segundo mes, diciembre
  • Aliso, para protección y profecía, el tercer mes, enero
  • Sauce, para los aspectos femeninos o lunares, el cuarto mes, febrero
  • Fresno, para los vínculos entre el mundo interior y exterior, el quinto mes, marzo
  • Espino, para purificación y castidad, el sexto mes, abril
  • Roble, para protección y entrada a los misterios, séptimo mes, mayo
  • Acebo, para superioridad en la lucha, el octavo mes, junio
  • Avellano, para la intuición, el noveno mes, julio
  • Vid, para la profecía, el décimo mes, agosto
  • Hiedra, para la búsqueda del yo, el undécimo mes, septiembre
  • Carrizo, para la acción directa, el duodécimo mes, octubre
  • Saúco, para los finales e inicios, el decimotercer mes, los últimos días de octubre

Otras opciones son el manzano para cuestiones afectivas, sauce para magia lunar, o roble para magia que implique un gran uso del elemento fuego. Algunos autores, como Scott Cunnigham, sugieren que antes de usarla y consagrarla, la mostremos a la luna saliente, frotándola con lavanda invocando a la Diosa, y al sol naciente, frotándola con hojas verdes y llamando al Dios, así la vara estará cargada con ambas energías.

Podemos también usar por supuesto maderas compradas, si deseamos una apariencia más cuidada.Aunque personalmente prefiero el viejo método de elegir un árbol, pedir su permiso, cortar una rama, esperar a que se seque y después consagrarla. Será más largo, pero creo que ayuda a que la vara que obtenemos sea más afín a nosotros. Luego de éste proceso, y de adornarla a nuestro gusto, sigue el ritual de consagración. Lo importante, sea cual sea el método que elijamos, es que nos sintamos afines con el material elegido.


Magia con velas

Las velas son uno de los elementos que vamos a encontrar más comunmente, tanto en rituales completos, como en hechizos individuales. Además de la obvia función mundana de proveer iluminación, las velas pueden cumplir una o varias de las siguientes funciones al mismo tiempo:

  • representación de elementos durante el ritual
  • representación de Deidades
  • ofrenda a los Dioses
  • foco energético
  • material para fabricar talismanes personales
  • adivinación

Representación de elementos durante el ritual

Algunos practicantes gustan de usar una vela para marcar cada cuadrante del círculo ritual. Estas pueden ser de un color específico asociado a cada elemento, o todas del mismo color (generalmente un color neutro). Usualmente, de usarse ésta metodología, se van a ir prendiendo durante el llamado a cada Cuadrante. Los colores para cada elemento varía de acuerdo a las tradiciones, pero algunos posibles son:

  • Este - Aire: amarillo o celeste
  • Sur - Fuego: rojos
  • Oeste - Agua: azul profundo, turquesa
  • Norte - Tierra: negro, verde, marrón

De utilizarse otro orden en los elementos (ya sea por cuestiones geográficas de tradiciones), obviamente las equivalencias y colores deben ajustarse.

Una variante de ésto es el uso de una vela para representar el elemento fuego en el Altar, y como substituto de una hoguera en situaciones en que debamos quemar artículos, como ser pequeños papeles, etc. De ser así, es preferible utilizar una vela pequeña dentro de un caldero o recipiente a prueba de incendios, ya que una llama descubierta puede ser peligrosa. La vela que se utiliza en el altar representando al fuego es usualmente roja.

Representación de Deidades

Es posible utilizar velas en el altar en vez de (o acompañando a) imágenes del Dios y la Diosa, o de Dioses específicos. Pueden prenderse al comenzar el ritual, o como parte de las Invocaciones, para representar la presencia de la Divinidad en el círculo. En éste caso, es posible usar colores opuestos para representar la polaridad, o si vamos a trabajar con deidades específicas, ver de averiguar por colores asociaciados específicamente con las Deidades con las que vamos a trabajar.

Ofrenda a los Dioses

De la misma forma que se utilizan dentro del Catolicismo popular, es posible usar velas (particularmente aromáticas) como parte de ofrendas a los Dioses. Para éste fin, es bueno trabajar asociando tanto colores como aromas.

Foco Energético

Una vela cargada con nuestra intención mágica puede usarse como el foco central de hechizos. El procedimiento en general es similar sea cual sea la intención: la vela se elige de un color y/o aroma determinado, se carga energéticamente (ver más abajo), se "asocia" con el fin perseguido de alguna forma -sea vía inscripciones en la cera, unción con aceites o hierbas relacionados, atado de exvotos o similares, o hasta escultura- y luego se quema, en general hasta que se consume totalmente. Algunos practicantes utilizan los restos de cera/parafina como ingrediente en la fabricación de talismanes personales, o revisan los restos -de existir- como una forma de mancia.

Material para fabricar talismanes personales

Si necesitamos un talismán por alguna situación específica, pero no en forma permanente sino por un tiempo relativamente corto, es posible utilizar cera de una vela (previamente cargada) como parte del mismo. Las ventajas que éste método tiene sobre el uso de papel es que de ésta forma se pueden incorporar hierbas, cristales, u otros elementos dentro del mismo, y luego de solidificado, inscribirlo con símbolos o signos si así lo deseáramos.

Adivinación

Algunos practicantes observan las velas durante el período en el que se consumen, y luego observan los restos, para intentar predecir el futuro o develar detalles del presente. Como toda mancia, ésta necesita de práctica, y en general no es un método que todos puedan utilizar por igual: habrá gente que esté más cómoda utilizando otros métodos. La forma de observación varía, desde una observación directa de la cera en la forma en que cae naturalmente, hasta el derramado adrede de cera sobre un cuenco de agua para obtener formas individuales más concretas.

Carga, disposición y uso

Los métodos de carga de velas varían de acuerdo al practicante, pero en general encontramos dos versiones. Ambas utilizan una combinación de movimiento y visualización, frotando la vela a utilizar mientras se visualiza la intención mágica que deseemos "pasando" hacia la vela. La diferencia existe en la forma: alguna gente frota la vela desde la base hacia el pabilo (para "ayudar a la liberación de energía"), otra desde el pabilo hacia la base (para "ayudar a la concentración de energía") y finalmente otra gente lo hace desde el centro hacia los extremos. Es posible utilizar aceites durante ésta fase; pueden ser tanto aceites específicos para una deidad en particular (si vamos a trabajar de ésta forma) o relacionados con la función que deseamos que cumpla la vela. De utilizar las velas para representar ideales dentro de nuestro trabajo mágico, lo más común es grabar una palabra o símbolo en las mismas.

Las velas que se usen ritualmente para representar/invocar/evocar deidades, o para marcar los cuadrantes del círculo, pueden reutilizarse en el ritual siguiente, siempre y cuando se utilicen para el mismo fin (es decir, la vela del Este en el Este, la vela de la Diosa nuevamente para la Diosa, etc). Las velas utilizadas para conjuros deben consumirse por completo, si es necesario en varias "sesiones". Es recomendable también que "velemos" la vela, concentrando nuestra intención mágica y energía en la misma mientras se consume, para poder obtener mejores resultados. No es recomendable bajo ningún aspecto la reutilización de velas utilizadas como foco energético, excepto si se usan exactamente para la misma función, como continuación del uso inicial.

Una vez que la vela se haya consumido, tendremos algunos restos, dependiendo del material que la compone. Los restos pueden observarse dentro de una sesión adivinatoria, y deben disponerse con respeto, de la misma forma que se dispone de otros restos mágicos. Lo ideal es enterrarlos, pero hay quienes tiran los restos junto con los desechos de la casa.

Seguridad

De más está decir, nunca dejen una vela consumiéndose sin estar presentes. Utilicen candelabros que resistan la temperatura, y de ser posible, que aíslen el calor. Nunca muevan una vela si está prendida, ya que la cera puede caer sobre en la piel y causar quemaduras. Tengan cuidado con la vestimenta, ya que la cera mancha, y el calor puede quemar la tela. Si utilizan aceites o velas perfumadas, o velas de cera de abeja es necesario redoblar la atención, ya que éstas se consumen a una temperatura mucho más alta que las velas de parafina.


Herramientas del Brujo: El Altar

El altar es el punto focal de devoción, y casi cualquier religión lo posee en una u otra forma. La Wicca no es la excepción.

Existen prácticamente infinitas formas de organizar un altar, desde las más sencillas que involucran uno o dos elementos, hasta las más complicadas y ceremoniales. En general, encontraremos que los altares Wicca contienen fundamentalmente representaciones de la Diosa, el Dios, y de los cuatro elementos. Una posible solución (bajo ningún aspecto la única) está detallada más abajo.

Tipos de altar

Existen dos tipos principales de altar. El primero, general, es un área dedicada para rituales. El segundo, llamado a veces "sagrario" o "capilla" ("shrine"), está dedicado en general a una única Deidad, o a un tipo de ellas. Es común que devotos de una deidad en particular tengan un altar "general" para toda la actividad ritual, y otro, generalmente más pequeño, dedicado específicamente a su Deidad Patrona o Matrona, y que es donde dejará ofrendas exclusivas para ellas, y quizás lleve a cabo rituales o meditaciones dedicados a ésta única deidad. No todos los Wiccas siguen ésta práctica y, obviamente, será imposible el organizar uno de éstas "capillas" si no estamos dedicados a una deidad en particular.

Alineación

El altar se encuentra orientado hacia el Norte. El Este es otra dirección favorecida, pero raramente encontraremos en el hemisferio norte altares orientados de otra forma. En el hemisferio sur es probable que ésto se invierta.

Dios y Diosa

El altar se haya dividido en dos secciones, la izquierda para la Diosa (la izquierda representando la intuición) y la derecha para el Dios (representando los aspectos más "lógicos").

Elementos

Vemos que en éste altar los cuatro elementos se hallan representados por herramientas, y se hallan alineados con los puntos cardinales correspondientes. De más está decir, de utilizar éste altar en el hemisferio sur, probablemente el orden de los mismos sea distinto. Igualmente ocurre si utilizamos una alineación distinta a la tradicional, sea por la ubicación o por custumbre. En cualquier caso, la alineación debe coincidir con la alineación de los elementos que utilizamos al trazar el círculo.

Otras herramientas, decoración

Un altar con regalía completa necesita mucho espacio, algo que quizás nos resulte difícil encontrar. Utilizando el altar que sugerimos aquí, es posible que nos quedemos sin ningún espacio libre. Es posible también que nos quede cierto espacio libre sobre el altar, que podremos utilizar para colocar algunas otras herramientas (como el incensario), o para colocar diversas decoraciones: piedras, flores, plantas, etc. Todo depende del ritual que llevemos a cabo; el altar en general variará en base a ésto, y a los elementos que utilicemos durante el mismo.

Otros altares

Por supuesto que lo arriba expuesto es nada más que una sugerencia. Es perfectamente posible usar altares ordenados de otra manera; es igualmente posible el reducir la cantidad de herramientas, o incluso las imágenes, hasta el punto de obtener un altar minimalista. Un representante extremo de ésto sería un altar que sea nada más que una sóla vela, representando al Espíritu, tanto como unión de los cuatro elementos, como al Dios y la Diosa.

Nuestro propio altar

Si bien sería ideal el poder mantener un altar en forma permanente, no todos pueden hacerlo. No hay nada de malo en recrear el altar al momento de utilizarlo. Una solución posible para ésto es el utilizar un pequeño baúl en donde guardaremos las herramientas cuando no se encuentren en uso, y que durante el ritual actuará como base del altar. Otra posibilidad es tener las herramientas guardadas, y utilizar un "cobertor" (una especie de mantel) como elemento fijo para delimitar el altar. Al terminar de usarlo podemos lavarlo, doblarlo y guardarlo en un cajón. Finalmente, es importante el que, si estamos cortos de espacio, busquemos soluciones creativas: el alféizar de la ventana, o ése rincón que nadie usa, puede ser perfecto para mantener aunque más no sea un mini-altar permanente. El uso constante es lo que irá personalizando nuestro altar y demarcando el espacio como "espacio sagrado".

Cuidado y mantenimiento

Los cuidados son más bien obvios: mantener el área limpia y ordenada, teniendo especial cuidado en retirar restos de velas, cera, cerillas, incienso, carboncillo, etc. Lavar el cobertor, si lo utilizamos. Un altar en uso es un altar que no tiene polvo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario